NECTARINA ECOLÓGICA
La única diferencia de la nectarina y el melocotón es la ausencia de pelo en la piel, que es fina y con tonos amarillentos y rojizos, predominando estos últimos. La nectarina ecológica es una fruta dulce y aromática, de gran carnosidad de color amarillo o blanco. El color de la carne indica el grado de dulzura o acidez, cuando la carne es blanca encontraremos menos acidez que con carnes amarillentas. El fruto contiene una semilla protegida por un hueso que se encuentra en el centro de la fruta y sobre el cual crecerá la carne.
Las variedades de nectarinas ecológicas que posee Biolobrot son las siguientes:
Garofa (R-8), es una variedad de nectarina de carne amarilla, semi-temprana con forma redonda, sin punta. Posee un color rojo luminoso, calibre AAA y con un gusto bueno, sub-ácido y aromático. Su recolección es desde el 10 de Mayo hasta el 5 de Junio.
Super morena, variedad con forma ovalada. Presenta un color rojo intenso sobre un fondo amarillo-anaranjado. La firmeza del fruto es muy buena y el sabor estupendo. Su recolección es a principios de Mayo.
Boreal (carne blanca), variedad semi-temprana. De forma redonda, firmeza muy buena, color rojo oscuro y con un gusto muy bueno y con aromas. Empezamos su recolección el 20 de mayo.
Luciana (R-48), forma redonda, sin punta. Con firmeza muy buena, de color rojo oscuro granate y con un sabor dulce y muy bueno. Su recolección es 22-30 de junio.
Es frecuente pensar que, debido a su dulzor, la nectarina o el melocotón aportan grandes cantidades de energía, pero en realidad la aportación energética de estos dos frutos es bastante ligera, lo cual las convierte en un complemento ideal para después de comer o cenar, y también para comer entre horas.
Estos frutos están formados por una piel resistente y una carne bastante dura. Esto los convierte en buenos candidatos para ser transportados a nuestros clientes. Es frecuente encontrar nectarinas que han madurado en cámaras y han sido transportadas estando aún verdes. Las nectarinas que tenemos en Biolobrot se envían en un punto de maduración adecuado para aguantar el transporte sin sacrificar la calidad de la fruta, que ha madurado en el árbol, obteniendo el grado de dulzura y el aporte nutricional y vitamínico adecuado.
